Alicante, 30 ene (EFE).- La Conselleria de Sanidad de la Generalitat valenciana ha sido condenada a indemnizar con 161.993 euros a una mujer a quien se le amputó la pierna izquierda por un diagnóstico erróneo en el centro sanitario integrado de la localidad alicantina de Villena.
La sentencia de la sección segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia valenciano, hecha pública por El Defensor del Paciente, estima el recurso presentado por la mujer al considerar probado que existió una «mala praxis» que se concretó en un error en el diagnóstico que llevó a la amputación.
La mujer, de 53 años cuando se produjeron los hechos, acudió el 6 de diciembre de 2014 de madrugada al servicio de urgencias del centro integrado de Villena por un fuerte dolor repentino en la planta del pie izquierdo, además de frialdad y adormecimiento, donde le diagnosticaron «parestesias inespecíficas».
Al no cesar el dolor y la sensación de adormecimiento, la mujer volvió a acudir al mismo centro de salud dos días después; en esta ocasión le diagnosticaron «fascitis plantar» y le practicaron un vendaje compresivo que tenía que llevar durante seis días.
La mujer volvió al mismo centro el 11 de diciembre porque el dolor, el adormecimiento y la frialdad persistían y los dedos sufrían hinchazón, y le dieron el mismo diagnóstico, «fascitis plantar», retirándole el vendaje.
Finalmente la paciente, el 13 de diciembre, acudió al servicio de Urgencias del hospital de Elda, donde ingresó con una «isquemia subaguda en el pie izquierdo», y tras las pruebas pertinentes se la trasladó al Hospital General de Alicante, donde se le tuvo que practicar la amputación de la pierna.
El tribunal se acoge al informe de la Inspección Médica, que concluye que «se produjo un evidente error diagnóstico» inicial en el centro de salud, y por tanto una «demora en el tratamiento de siete días, en una patología que debe ser tratada en las primeras horas de aparición de la sintomatología».
La sentencia considera por ello que «existió una mala praxis» que se concretó en un error en el diagnóstico el día 8 de diciembre, donde ya se advierte un síntoma, la temperatura diferente en ambos pies, que orienta a un problema vascular «claramente» agravado por la aplicación de un vendaje compresivo.
Un «error en el diagnóstico», añade el tribunal, que «también se mantuvo el 11 de diciembre» y que llevó a la amputación de la pierna.
Por ello, condena a la Conselleria de Sanidad al pago de una indemnización de 161.993 euros, más intereses legales desde la fecha de la reclamación administrativa y costas.
La sentencia, dictada el pasado 7 de noviembre, no es firme y cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo. EFE